La voz es llaga, paladar ansioso, funda mitos, es violenta. «Amor» dice y sobre la tierra se erige un cuerpo. La voz es siempre eco. Tarde que se extiende infinita.
Hay que detenerse. Volver. ¿Cómo empezó Todo? ¿De qué está hecho Todo? El poeta adivina, es un oráculo, el poeta camina para atrás, observa. Imita los gestos de Dios. Escarba la materia hasta llegar a lo invisible. Asegura, afirma, inventa, da a luz. Da a luz “un aire que de toda luz carece”. Gesta a Caín y a Abel, nos relata la primera caída; la de la humanidad y la del fruto. El poeta, hoy Huidobro y Lucrecio, observa al humano, lo dobla, lo tuerce, lo sopla de misterio y de ciencia. Lo alimenta. El poeta amamanta mundos y nos advierte del peligro y la belleza de las ilusiones ópticas.